Aceite de Rosa Mosqueta, un aliado para la piel
Probablemente hayas oído hablar del Aceite de Rosa Mosqueta en más de una ocasión. Sin duda, lo asocias a beneficios cosméticos y, posiblemente, te has interesado por su uso en algún momento. En este artículo queremos proporcionarte la información que necesitas para conocer realmente este ingrediente y valorarlo en su justa dimensión.
En este enlace puedes adquirir nuestro Aceite de Rosa Mosqueta puro.
Qué es el Aceite de Rosa Mosqueta
Dentro de la familia de las rosáceas, la rosa mosqueta es un arbusto silvestre originario de la zona europea del este. Actualmente, se encuentra también en Asia, América y el norte de África. Siempre ha estado asociado a los usos medicinales populares, sobre todo en relación con el cuidado y la protección de la piel.
Su principal aplicación cosmética es en forma de aceite de rosa mosqueta puro o combinado con otros productos. Para obtenerlo, debes saber que se prensan en frío sus semillas. La sustancia obtenida es de color rojizo y presenta un aroma un tanto acre.
Su aceite cuenta con una composición muy rica en sustancias beneficiosas, proedad y saludables. Entre ellas, y muy especialmente:
- Ácidos grasos, con altas proporciones de ácidos linolénicos, linoleico y oleico.
- Retinol. Es decir, vitamina A.
- Vitamina C.
- Taninos.
- Flavonoides.
- Betacarotenos.
Otra aplicación alternativa, igualmente popular, es su consumo oral en forma de infusión. En este caso, la mezcla incluye, además de las semillas empleadas para obtener el aceite, sus flores y sus frutos.
¿Para qué sirve el aceite de rosa mosqueta?
Las propiedades de este producto son numerosas y altamente positivas. En su mayoría, contribuyen a mejorar la salud y, por extensión, nuestra apariencia. Enumeramos a continuación cuáles son las más conocidas:
- Suaviza las manchas cutáneas.
- Contribuye a acelerar y optimizar los procesos de cicatrización, así como a minimizar las marcas faciales.
- Asimismo, colabora a atenuar las manifestaciones del acné.
- Disminuye la notoriedad de las arrugas.
- Colabora en la prevención y la atenuación de las estrías.
- Unifica el tono de la piel.
- Aporta una nutrición reforzada de la piel en que se aplica.
- Sirve como tratamiento protector y regenerador para bebés.
- Ayuda a hidratar y a tensar la epidermis.
- Recupera las pieles cansadas, a las que aporta tonificación y energía.
- Tiene propiedades antiinflamatorias. De hecho, consigue reducir las hinchazones y las congestiones localizadas. Tanto es así que se utiliza como apoyo en el tratamiento de la artritis.
- Aporta elasticidad y firmeza. Sobre todo por su capacidad de estimular la producción de colágeno, ácido hialurónico y elastina.
- Beneficia a las pieles afectadas por los rayos solares, pues corrige el fotoenvejecimiento. Sin embargo, no hay que utilizarlo como protector solar.
- Es un complemento proedad muy eficaz. Cuenta con propiedades antioxidantes que neutralizan la negatividad de los radicales libres. De este modo, se ralentiza la destrucción de las células y, así, se contrarresta el envejecimiento cutáneo.
Algunas aportaciones no cosméticas de este componente
- Más allá de todos estos beneficios en el campo cosmético, cuenta con otros importantes efectos que mejoran tu salud:
- Activa la circulación sanguínea. Actúa, sobre todo, sobre la microvasculización, cuyo ritmo consigue acelerar y regular. En determinadas condiciones, ayuda a reducir la tensión arterial.
- Posee grandes virtudes diuréticas, por lo que el cuerpo se encuentra más depurado. Tiene, también, propiedades laxantes.
- Es un buen aliado para evitar la pesadez y la acidez estomacales, por lo que mejora las digestiones.
- Protege frente a los resfriados y la gripe, al tiempo que ayuda a combatirlos.
- Aporta energía, por lo que contribuye a superar la fatiga y el cansancio.
¿En qué productos puedes incluir, o encontrar, aceite de rosa mosqueta?
En Jabonarium ponemos a tu alcance aceite de rosa mosqueta puro, perfecto para crear tus propias recetas cosméticas. Además, es posible encontrar otros productos eficaces que incluyen en su composición este aceite. En general, puedes disfrutar de su presencia en gran cantidad de productos:
- Cremas reparadoras, nutritivas e hidratantes.
- Sérums y lociones específicas para pieles maduras y secas.
- Productos cosméticos proedad.
- Artículos indicados para el cuidado de cicatrices quirúrgicas, varicela, escaras o quemaduras.
- Tratamientos antiestrías, antimanchas y cutáneos, por ejemplo enfocados a psoriasis, rosáceas y eccemas.
- Aftershaves y productos para después del afeitado o la depilación.
- Cremas de manos y de pies.
- Aceites esenciales para dar masajes.
- Protectores, cacaos y bálsamos labiales.
- Jabones caseros realizados con sosa.
Otras informaciones valiosas
En Jabonarium traemos directamente de Chile nuestro aceite de rosa mosqueta puro y lo envasamos con certificados bio, envasado-eco, vegan y nat. Es la mejor garantía de su excepcional calidad y eficacia.
Su pureza es absoluta, lo mismo que su naturalidad: el 100 % en ambos casos. Para conservarlo con absolutas garantías, introduce nuestra botella de vidrio en un espacio seco, fresco y protegido de la luz. En todo caso, comprueba que el envase esta bien cerrado.
Por último, recuerda que su uso es exclusivamente cosmético. En caso de sentir molestias al aplicar el aceite de rosa mosqueta, debes enjuagarte con mucha agua.
¿Tienes alguna duda? Déjanosla en los comentarios de este post para poder ayudarte con mucho gusto. ♥
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.