Hace poquito vimos el daño que hacía el frío en nuestra piel, así como varias formas de afrontarlo para que las zonas expuestas sufriesen lo mínimo posible. Hoy le toca el turno al cabello, otro gran perjudicado por las temperaturas bajas.
En épocas de frío el clima es más seco, por lo que la parte más externa de nuestro cabello, la cutícula, se levanta ligeramente; de ahí que muchas personas tengan mayor encrespamiento en invierno. Esto hace que la hebra pueda retener la humedad por menos tiempo, haciendo más fácil la deshidratación de la misma y, por lo tanto, volviéndola más frágil.
Por otro lado, al igual que pasa en el resto de piel, los vasos sanguíneos se contraen con el frío, por lo que llega menor torrente sanguíneo a las glándulas que alimentan los folículos (que es la parte interna del cabello), esto hace que tengan una menor cantidad de nutrientes y por ende, el cabello crece más débil.
Pero por suerte, tenemos la posibilidad de suavizar estos daños y mantener la salud de nuestro cabello durante esta época, o al menos, que sufra lo menos posible.
Lo más rápido y fácil es colocarse un gorrito de lana y tener bien calentita la cabeza al salir a la calle, pero si estás leyendo esto, es que te gusta tanto potinguear como a mí.
Masajes capilares
Nada como un buen masaje para estimular el torrente sanguíneo, ¿te has fijado que cuando haces un masaje en la espalda, la zona se sonroja? Esto es debido a la sangre que acude a la zona estimulada.
Pues precisamente eso es lo que necesita nuestro cuero cabelludo, estimular el torrente sanguíneo para que así sus folículos se alimenten correctamente.
Para ello vamos a usar un buen aceite, como es el caso del Aceite de Ricino, un aceite que penetra en la piel ayudando con la producción de colágeno y elastina. Así mismo, es un gran aliado a la hora de combatir la caspa y de fortalecer el cabello.
Es un aceite con una consistencia viscosa, por lo que necesitarás lavar el cabello posteriormente, bajo mi experiencia, te recomiendo realizar el masaje por la noche y lavar a la mañana siguiente.
El procedimiento es muy sencillo, deberás de aplicar una pequeña cantidad de aceite en los dedos, humedecerlos, para posteriormente empezar a masajear el cuero cabelludo, repitiendo la operación las veces que sean necesarias.
El masaje debe de ser un masaje consciente, nada de un masaje de unos segundos que apenas rocemos la piel, tenemos que mover la zona para llamar a la sangre y que esta haga su trabajo, a su vez, el aceite cogerá temperatura y penetrará mejor en la piel, ofreciéndonos así todas sus propiedades.
Tras unos minutos, cesamos el masaje y dejamos reposar el aceite toda la noche, a la mañana siguiente simplemente se lava el cabello con normalidad (quizás necesites realizar dos enjabonadas).
Repite el proceso una vez a la semana, de esta forma evitarás que el frío impida a los folículos pilosos alimentarse debidamente y evitarás daños desde el nacimiento del cabello.
Protege la hebra
Ya sabes que el cabello crece por su base, por la raíz, por lo que cuanto más largo tengamos el cabello, más vejez tendrá la zona de medios y puntas.
Con el paso del tiempo la hebra se va deteriorando por si sola, dando lugar a rotura y puntas abiertas, y el frío es un potenciador de ese deterioro.
Al igual que el gorro protege la cabeza, las bufandas protegen la hebra del viento, frío y lluvia, pero aparte de protegerla físicamente, podemos protegerla con cuidados más específicos.
El invierno es época de secadores y difusores, pero recuerda no aplicar el máximo calor, si puedes regular la temperatura, elige la temperatura media o fría, puede que tardes un poquito más, pero el cabello lo agradecerá.
Cuida igualmente la temperatura del agua en la ducha, un agua demasiado caliente podría llegar a irritar el cuero cabelludo y verse afectada la piel.
Usa mascarilla después del lavado, al menos una vez a la semana, y déjala reposar el tiempo que indique la marca, esta alimentará la hebra desde el interior protegiéndola y fortaleciéndola.
Devuelve la oleosidad perdida a la hebra con aceite, la misma noche que realices el masaje capilar, puedes aplicar un poco de aceite en la melena. Durante la noche, el cabello poco a poco irá absorbiendo las propiedades del acete a la vez que crea una pequeña capa protectora de manera externa.
Como ves, tenemos varias herramientas para poder sobrellevar estos meses evitando que nuestra hebra sufra en exceso, simplemente hay que ser un poquito constante y llegaremos a la primavera con un cabello sano y fuerte.
Recuerda la importancia de evitar el exceso de calor, ya sea en el agua o con las herramientas que uses; realiza masajes de manera semanal en el cuero cabelludo y mantén hidratada la melena con tu mascarilla habitual.
¿Tienes alguna duda? Déjanosla en los comentarios de este post para poder ayudarte con mucho gusto. ♥
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.