Seguro que alguna vez has escuchado algo como: “No uses aceite de coco en la cara porque es comedogénico”. Muchas veces en cosmética se habla de si los aceites son comedogénicos o no, pero ¿sabemos realmente lo que significa esto? ¿Conocemos el grado de comedogenicidad de los ingredientes y cómo eso afecta a los productos que hacemos en casa?
El término comedogenicidad se refiere al potencial de algunas sustancias para producir una obstrucción de los poros; esta obstrucción puede ser parcial, provocando un comedón abierto (lo que llamamos punto negro); o puede ser completa dando lugar a un comedón cerrado (los típicos granos blancos o pústulas).
Estas sustancias comedogénicas tienden a producir una acumulación de sebo y, por regla general son sustancias de naturaleza grasa como los aceites, que además tienen afinidad por el propio sebo de la piel. No sólo se ha documentado y estudiado el índice comedogénico de los aceites sino de otras sustancias como los ácidos grasos, los alcoholes grasos o las ceras, también de naturaleza lipídica.
En este artículo:
- Oclusivo no es comedogénico
- Aceites y sus valores comedogénicos
- ¿Por qué son comedogénicos algunos aceites?
- ¿Un producto es comedogénico por tener un aceite que sí lo es?
Conviene distinguir: Oclusivo no es comedogénico.
Para evitar confusiones, vamos a aclarar dos conceptos que solemos mezclar y que nos hacen dudar. Que una sustancia sea oclusiva significa que tiene la capacidad para cubrir o tapar una superficie. Aplicado a la cosmética, solemos llamar oclusivo al ingrediente que muestra la capacidad de formar una película protectora sobre la piel y que permanece sobre ella un tiempo determinado e impide la pérdida de agua por evaporación.
Como ves, no es lo mismo que el término comedogénico, aunque tiende a confundirse ya que muchas sustancias comedogénicas suelen ser, por su propia naturaleza, oclusivas.
Pero no se trata de que haya ingredientes que tienden a formar comedones y otros que no.
No es blanco o negro. Sino que, desde que se comenzó a documentar este tema allá por los años 70, se ha establecido una escala con distintos grados de comedogenicidad. La escala va del 0 al 5 y se define de la siguiente manera:
- Valor 0: se considera no comedogénico y por lo tanto no obstruye los poros.
- Valor 1: muy baja posibilidad de que el aceite obstruya los poros.
- Valor 2: la sustancia no debería obstruir los poros en la mayoría de los casos, con una posibilidad de moderada a baja.
- Valor 3: tiene una probabilidad media o moderada de obstruir los poros de la piel.
- Valor 4: tiende a obstruir los poros de la piel.
- Valor 5: un aceite con esta clasificación tiene una probabilidad alta de obstruir los poros de la piel. Muy pocas personas pueden tolerar los aceites etiquetados con esta calificación directamente aplicados sobre la piel.
Veamos algunos aceites y sus valores en la tabla:
Valor comedogénico 0 (muy bajo):
- Aceite de Cáñamo
- Aceite de Argán
- Aceite de Girasol
- Aceite de Cártamo
- Aceite de Semilla de Girasol
- Manteca de Karité
Valor comedogénico 1 (bajo):
- Aceite de Avellana
- Aceite de Babasú
- Aceite de Frambuesa
- Aceite de Semilla de Brócoli
- Aceite de Camelina
- Aceite de Semilla de Granada
- Aceite de Pepita de Uva
Valor comedogénico 2 (moderado a bajo):
- Aceite de Albaricoque
- Aceite de Almendras
- Aceite de Comino negro
- Aceite de Oliva
- Aceite de Onagra
- Aceite de Jojoba
- Aceite de Açai
Valor comedogénico 3 (moderado-medio):
- Aceite de Semilla de Chía
- Aceite de Moringa
- Aceite de Aguacate
- Aceite de Sésamo
- Aceite de Papaya
- Aceite de Semilla de Mostaza
- Aceite de Algodón
Valor comedogénico 4 (alto):
- Aceite de Semilla de Zanahoria
- Aceite de Palma
- Aceite de Coco
- Aceite de Lino
- Aceite de Marula
Valor comedogénico 5 (muy alto):
¿Por qué son comedogénicos algunos aceites?
Se cree que estos valores tienen que ver directamente con la composición química de las grasas y con la proporción y combinación que presentan de ácidos grasos. Así, los aceites compuestos mayoritariamente de ácidos grasos saturados (láurico, mirístico, palmítico...) como el aceite de coco o de palma, suelen asociarse a valores por encima del 3. Pero hay excepciones que se escapan a estos supuestos, como el aceite de germen de trigo que resulta altamente comedogénico (valor de 5) y que, sin embargo, se compone mayoritariamente por ácidos insaturados.
Otro ejemplo curioso es la manteca de karité, que presenta algunos ácidos grasos saturados y que es muy oclusiva, sin embargo, la encontramos en el Valor 0 o muy bajo de comedogenicidad.
Pero, independientemente de la composición de los aceites, pareciera que debemos desterrar para siempre a los aceites con puntuaciones altas de nuestra cosmética y evidentemente no debemos hacerlo, es más, sería un gran error.
Los beneficios de los aceites y toda su complejidad no se recoge en estas tablas, si bien es cierto que en el caso de aplicar aceites directamente sobre la piel sí tiene más sentido acudir a esta escala de comedogenicidad para guiarnos un poco en cuáles pueden ser sus efectos y, sobre todo, tenerla en cuenta si estamos frente a pieles grasas o con tendencia acneica.
¿Un producto es comedogénico por contener aceite de coco o de germen de trigo?
Esta escala que hemos visto y las tablas que se han elaborado a partir de ella son útiles y podemos fijarnos en ellas si queremos formular productos para pieles grasas, con tendencia acneica o irritadas; pues seguramente pueda ayudarnos.
Pero también os digo que no resulta concluyente y se ha demostrado que el potencial comedogénico de las sustancias depende de varios factores. Además, los estudios que documentaron la comedogenicidad de algunas sustancias y que sentaron las bases de esta escala obtuvieron sus resultados a partir de pruebas de concentración al 100% (es decir, aplicaban las sustancias puras) y fueron probados en modelos animales, concretamente en las orejas de conejo. Imaginaos cómo de certero es trasladar esos resultados a cómo afecta un aceite a nuestra piel.
Por este motivo, cuando una empresa busca medir la comedogenicidad de su producto realizan pruebas clínicas específicas en humanos de su producto ya terminado.
Lo cierto, es que normalmente vamos a incorporar nuestros aceites en formulaciones con más ingredientes, y el producto no será comedogénico únicamente por contener un aceite que ha sido calificado como tal ya que hay varios factores que provocan que un producto sea o no comedogénico.
Por un lado, como he mencionado, depende de los demás ingredientes de la fórmula y la forma en que éstos interfieren y se complementan. Que una crema contenga aceite de germen de trigo no hace que automáticamente sea comedogénica y posiblemente haya pieles a las que el producto les vaya de maravilla.
Por otro lado, depende de la zona de la piel y del tipo de piel donde se aplique el aceite o producto. Hay zonas más propensas a la aparición de granos como la cara o la espalda y otras, como los talones donde tiene sentido aplicar estas escalas de comedogenicidad porque la probabilidad de que aparezcan comedones es siempre baja.
Por supuesto, las pieles más propensas a la aparición de comedones o granos, como son las pieles grasas, acneicas o irritadas, merecen que hagamos una revisión específica de los aceites que vamos a aplicar sobre ellas y que tengamos en cuenta esas tablas que mostraba relacionadas con la comedogenicidad.
¿Tienes alguna duda? Déjanosla en los comentarios de este post para poder ayudarte con mucho gusto. ♥
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.