Cómo hacer Protector Labial de Cacao, Cera de Abejas y Aceite de Mongongo
¿Tus labios sienten el frío?
Si estás como yo, con los labios regulín, la receta de hoy te va a venir de perlas…
Hoy, Mili vuelve a #LaPotinguería con una receta perfecta para tratar los labios secos y agrietados: un Protector Labial de Cacao, Cera de Abejas y Mongongo.
Este Protector Labial está especialmente indicado para proteger e hidratar los labios secos y agrietados por el frío (o, quizás porque en general los tienes así).
Estas funciones las conseguimos gracias a sólo 3 ingredientes: la Manteca de Cacao, protectora, nutritiva e hidratante; la Cera Amarilla de Abejas, de efecto filmógeno que evita la pérdida de humectación; y el Aceite de Mongongo, de alto contenido en ácido linoleico, que acelera la reparación de la piel de los labios.
Fase Única
- 20 g de Manteca de Cacao Cruda Bio
- 2.5 g de Cera de Abeja Amarilla natural
- 6.5 g de Aceite de Mongongo Virgen Bio
- 0.6 g de Aroma de Cereza
- 0.4 g de Mica Blanco Perla
Regulación de pH
- Papel indicador de pH
- Ácido Láctico 80%
Para bajar el ph
- Bicarbonato sódico
Para subir el ph
En cualquier elaboración debemos medir el pH para que sea correcto, por lo que recomendamos adquirir estos productos si no los tienes ya en casa
Envases y Utensilios
Elaboración paso a paso para hacer Protector Labial de Cacao
- En un recipiente resistente al calor, añadimos la Manteca de Cacao y la Cera de Abejas y llevamos a baño maría hasta fundir.
- Una vez fundida y homogeneizada la mezcla anterior, retiramos del fuego.
- Añadimos el Aceite de Mongongo y el Aroma de Cereza, agitando ligeramente en cada adición.
- Añadimos la Mica y mezclamos bien hasta homogeneizar.
- Envasamos en un labial y, dejamos solidificar. ¡Listo!
Componentes destacados del Protector Labial de Cacao
- Manteca de Cacao Crudo BIO: previene la aparición de arrugas y estrías dado su alto poder de hidratación y mejora la elasticidad de la piel gracias a su acción nutritiva incluso en pieles deshidratadas.
- Cera Amarilla de Abejas: tiene propiedades emolientes, calmantes y suavizantes. Ayuda a la piel a retener la humedad, reduce la inflamación, es suavizante y tiene propiedades antioxidantes.
- Aceite de Mongongo: gracias a su composición rica en ácidos grasos (linoleico, oleico, palmítico y eleosteárico), Vitamina E, magnesio, calcio, hierro, zinc y proteínas, retiene la humedad de la piel manteniéndola suave, hidratada, nutrida y revitalizada.
¿Andas en la búsqueda de recetas en formato sólido? ¡Aquí te dejamos cuatro!
- Receta - Barra para Golpes y Contusiones con Árnica y Cacao
- Receta - Champú Sólido con Silicona Vegetal y Argán
- Receta - Limpiador Facial Sólido para Pieles Sensibles con Avena y Caléndula
- Receta - Acondicionador Sólido con Proteína Hidrolizada de Trigo
¿Tienes alguna duda? ¡Déjanosla en los comentarios!
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.