Un Día de Spa en casa
Receta creada por Mónica Pérez el 7 de Noviembre de 2022
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Trabajo, familia, estudios, trabajo, familia, estudios…
Vivimos a una velocidad de vértigo, en la que parece que no tenemos tiempo ni para vivir. De vez en cuando es primordial pisar el freno y parar.
Nuestro cerebro aún no se ha adaptado a la velocidad a la que han evolucionado la sociedad y la tecnología en estos últimos tiempos. Y por este motivo, los niveles de estrés y ansiedad están por las nubes.
Así que hoy, te propongo una cosa. Descansar. Pero descansar de verdad, ni móvil, ni portátil, ni libros… Nada.
Piensa única y exclusivamente en ti durante una tarde y, quien sabe... Quizás incluso puedas todo un día.
Te mereces un descanso, te mereces mimarte y te mereces cuidarte.
En el día de hoy vamos a crear toda una experiencia de spa, en casa. Y totalmente completa, desde cuidado del cabello y rostro hasta los pies y manos.
Antes de nada, los preparativos
El primer paso es apagar el televisor y el teléfono (y esto es importante), no queremos distraernos, queremos estar con nosotros mismos.
Seguidamente, si ves que hay mucha luz procedente de la calle, baja un poco las persianas. Queremos tener una luz tenue, que invite a la relajación.
Enciende algunas velas o incienso para aportar un agradable olor en la casa y que cree sintonía con el ambiente que estás creando. ¿Sabías que en danés poseen una palabra para definir la comodidad y confort que dan las velas? (Seguro que sabes de qué estamos hablando) La palabra es Hygge.
Comenzamos la sesión, por la cabeza
Vamos a realizar varios tipos de tratamientos, por lo que es recomendable que realmente elijas un día con tiempo y poder disfrutar de la sesión entera.
Comenzamos así por la cabeza.
Primero, el cabello. Elije un aceite vegetal que no aporte grasa a tu cabello (como el Aceite de Argán o Jojoba). Aplicamos unas gotas sobre nuestras manos y realizamos un masaje capilar sobre el cabello, tanto en las raíces como en las puntas.
Un consejo, si tienes el pelo largo, recógelo en un moño. Puesto que necesitamos dejarlo reposar durante toda la sesión.
¿Has oído hablar de la fruta de la pasión? Hoy vamos a usar el polvo de sus semillas para exfoliar la piel.
Pon en un cuenco un par de cucharadas del Exfoliante de Fruta de la Pasión y añádele un poco del mismo aceite que has usado para el cabello anteriormente. Con esto, creamos una pasta agradable de extender.
Humedece el rostro y el cuello con agua templada y aplica la preparación haciendo un suave masaje por rostro, cuello, escote y hombros. Déjalo reposar 15 minutos y enjuaga con agua templada (no te preocupes si notas el aceite en la piel, al finalizar la sesión irás a la ducha y allí podrás usar tu limpiador facial si lo necesitas).
Spa de pies y manos, los grandes olvidados
Seguiremos con los pies y manos, los grandes olvidados pero que tantas terminaciones nerviosas tienen y que tanto usamos.
Prepara un barreño con agua calentita y Sales de Epsom, que relajará tus pies y los preparará para lo que viene a continuación.
Mientras tenemos los pies en el barreño, haremos un masaje en cada mano con un poco de la preparación de aceite y polvo exfoliante que hemos realizado anteriormente. Comenzamos a masajear la palma para, posteriormente, seguir con los dedos.
Primero una mano y luego otra, emplea 5 minutos masajeando cada mano. No tengas prisa, observa las sensaciones y como tu cabeza y pensamientos empiezan a quedarse en blanco.
Una vez has acabado con las manos, seca con una toalla a toquecitos cada pie y masajéalos igualmente, igual que has hecho con las manos.
Ahora, brazos y piernas
Siguiendo por todas las partes del cuerpo, llegamos a los brazos y piernas (que también necesitan su cuidado). Para esta zona, nos disponemos a realizar una mascarilla con arcilla y rosas.
Optamos por elegir la Arcilla Blanca, pues es una arcilla muy suave y apta para todo tipo de pieles. Junto a ella, mezclamos un poco de Polvo Ayurvédico de Rosas, con una composición de 60% arcilla y 40% polvo de rosas.
Lo mezclaremos todo con un poco de agua templada para formar una crema muy suave y sin grumos. Aplicaremos en brazos y piernas, bien con una brocha o con las manos. Dejamos actuar unos 10 a 15 minutos, el tiempo necesario para que seque.
Por último, a la ducha
Ha llegado el momento de entrar en la ducha, retirar la arcilla y los aceites.
Lava tu cabello como de costumbre y, si lo necesitas, usa un gel suave en tu cuerpo, al igual que un jabón especifico si necesitas lavar el rostro. Recuerda usar agua calentita para la ducha.
Ahora que tu cuerpo se ha relajado tras la sesión de cuidado, tómate un tiempo para descansar. Lee un libro o escucha tu álbum favorito, permítete terminar la rutina realizando una actividad que te guste y que no sueles tener tiempo de hacer. Puede ser también pintar, dibujar, escribir, hacer una clase de yoga… Lo que más te haga vibrar.
Sienta bien, ¿eh? Solemos tenernos abandonad@s y cuando realizas una sesión de este tipo, conectas cuerpo y mente, te sientes y te escuchas.
Intenta sacar tiempo para ti de vez en cuando, no dejes que la vida te coma, los pequeños detalles son los que nos hacen sentirnos vivos. Cuida tu cuerpo y, sobre todo, cuida tu mente.
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.