Cuidados de la piel en verano
Llevamos ya unos meses de calor, temperaturas extremas que nos llevan a ir a refrescarnos a las playas, ríos, piscinas. Que nos hacen salir con los amigos a tomar algo refrescante a las terrazas, pasamos más tiempo en la calle que en invierno y con el sol y el calor, nuestra piel se resiente.
¿No te pasa que en estos meses tienes la piel mucho más seca? A mi por ejemplo, tengo que mantener las piernas muy bien hidratadas o se me secan de tal forma que parece que tenga escamas, lo mismo me pasa en el entrecejo, me aparecen pielecitas.
¿Cómo evitar la sequedad en la piel?
Lo esencial es entender que esto sucede por una deshidratación de la piel, el calor hace que la piel pueda retener menos tiempo la hidratación en su interior.
Es muy importante hidratarse bien; beber la cantidad de agua diaria suficiente para que nuestro organismo esté hidratado, así como consumir frutas y verduras ricas en agua y en betacarotenos. Si este punto no lo cumplimos, por mucho que hagamos de manera externa, no conseguiremos tener una piel saludable, recuerda que es nuestro órgano más grande.
Una vez mantenemos una hidratación interna optima, podemos ayudar de manera externa para que luzca mejor. Veamos algunos consejos:
Exfolia la piel
En otras ocasiones te he hablado de la importancia de la exfoliación, retiramos las pieles muertas de nuestra piel y la dejamos preparada para que pueda recibir los beneficios de los productos que se pongan a continuación.
Ten cuidado con la temperatura del agua
A pesar de que con el calor apetecen duchas más fresquitas, somos muchas las personas, yo incluida, a las que nos gusta el agua calentita al ducharnos, esto está bien, siempre y cuando la temperatura del agua no sea muy elevada, esta ayudaría a deshidratar más fácilmente la piel.
Usa crema al salir de la ducha
Al ducharnos, el agua, el jabón, la propia fricción con según que esponjas, son factores que hacen que perdamos la humedad de la piel.
Es importante secarla a toquecitos y aplicar crema, piernas, brazos, tronco, cara. Nos acondicionará la piel.
Aplica también aceites
Otro gran aliado para la piel, en este caso es más recomendable usarlo por la noche, antes de dormir, ya que dependiendo del tipo de aceite puede resultar un poquito pesado y es mejor que vaya actuando durante la noche. Es importante elegir un aceite que sea adecuado para nuestro tipo de piel, para que no pueda taponar nuestros poros y generar acné.
El aceite creará una película en nuestra piel que mantendrá la hidratación de la misma durante más tiempo y nos dará un tacto aterciopelado. Aceites como argán, jojoba o almendras dulces son una gran alternativa, y si tu piel es muy seca, prueba la Manteca de Karité.
¿Debo usar protectores solares?
Imprescindibles, de hecho deberíamos de usarlos aunque no fuese para ir a tomar el sol, ponernos en brazos, piernas y cara para salir a la calle. No somos conscientes del daño que este provoca en la piel, la envejece de manera irreversible.
Actualmente hay muchos tipos de protectores solares para que se adapten a todas las pieles, incluido las grasas.
No hay excusa, igual que en nuestra rutina facial incorporamos el protector solar, incluso en invierno, si tenemos que estar expuestos al sol, bien sea mientras vamos al trabajo andando, cuando salimos a hacer deporte o cualquier otra rutina que nos haga estar expuestos al sol, deberíamos de usar protector solar en aquellas zonas expuestas.
Recuerda buscar uno natural o, si te animas, puedes hacer uno tu mism@!
¿Y el uso de protectores físicos?
Si tu piel es muy blanca, sensible o tiende a reaccionar con el sol, puedes probar a proteger de una manera más física, con gorras, sombreros, sombrillas, prendas largas pero sueltas y fresquitas.
De esta manera filtras esos rayos de sol para que no lleguen a perjudicar tu piel.
Cuidados tras la exposición solar
Si vamos a la playa, piscina, río y nos exponemos al sol durante una jornada relativamente extensa, no solo debemos de proteger la piel mientras estamos tomando el sol, una vez en casa es importante aportar un plus de hidratación a la piel.
- Lava tu cuerpo de una manera suave al llegar a casa, no frotes, no uses agua muy caliente.
- Aplica productos hidratantes y calmantes como el Aloe Vera o la Manteca de Karité por todo el cuerpo al salir de la ducha, ¡o una mezcla de ambos!
Recuerda que la piel es nuestro órgano más grande, y tiene memoria. El daño que le hagamos hoy, o los cuidados que no le demos, se verán reflejados en un futuro.
Bebe mínimo dos litros de agua, aliméntate con ingredientes de temporada, hidrata tu piel al salir de la ducha y usa aceite de manera regular, protege tu piel siempre que la expongas al y cuídala al llegar a casa después de la exposición solar.
Hacer cosmética natural y casera tiene muchas ventajas: obtener un producto adaptado a ti y a las necesidades de tu piel y cabello, eliminar tóxicos de cosméticos tradicionales e ingredientes innecesarios, conocer cada ingrediente de la fórmula, reducir plásticos y, además, disfrutar de un buen rato potingueando.
Sin embargo, es importante seguir ciertos pasos para que el proceso de elaboración sea seguro y no te cause reacción alérgica o irrite tu piel:
- Desinfecta los utensilios, envase y mesa de trabajo antes de empezar. ¡Se tarda sólo 1 minuto!
- Utiliza guantes, mascarilla y gafas en aquellas elaboraciones que lo requieran.
- Haz una medición de pH de la elaboración final para asegurarte de que está en el rango correcto. Puedes corregirla fácilmente. Sube el pH utilizando un álcali como el bicarbonato. Bájalo con una solución ácida. Por ejemplo unas gotas de ácido láctico o ácido cítrico.
- Hay que probar la elaboración siempre en una zona reducida de la piel para comprobar que no hay ninguna reacción adversa.
- Utiliza los ingredientes en su dosis correcta. La indicamos en todas las páginas de producto. Si tienes dudas sobre alguno, pregúntanos! ♥ No nos hacemos responsables del mal uso de los productos y de la incorrecta dosificación de los mismos en las elaboraciones.